La sustentabilidad de las Organizaciones.
En el mediano y largo plazo todas las actividades de las organizaciones dependen de la salud de los ecosistemas mundiales. Por ello las organizaciones están sometidas a un escrutinio cada vez mayor por parte de sus diversas partes interesadas. Tanto la percepción que se tenga acerca del desempeño de una organización en materia de responsabilidad social como su desempeño real pueden influir, entre otras cosas en:
- su ventaja competitiva;
- su reputación;
- su capacidad para atraer y retener clientes y usuarios, así como a trabajadores o miembros de la organización
mantener la motivación, compromiso y productividad de los empleados; - la percepción de los inversionistas, propietarios, donantes, patrocinadores y la comunidad financiera, así como sus relaciones con empresas, gobiernos, medios de comunicación, proveedores, organizaciones pares, clientes y la comunidad donde opera.
Por ello es clave que las organizaciones apoyen los resultados de su desempeño en 3 pilares debidamente equilibrados: el económico, el social y el ambiental. Las Organizaciones deberían ser responsables socialmente por el comportamiento ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que:
- contribuya al desarrollo sustentable, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad;
- que tome en consideración las necesidades y expectativas de sus partes interesadas;
- que cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento.
- que esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones con las partes interesadas.
La Norma ISO 26000 proporciona una guía para las Organizaciones que quieren mejorar sus logros en lo que hace a su responsabilidad social.
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